Lo inexpresivo musical

La música, decía Stravinsky, es inexpresiva por esencia. No expresa ni las ideas ni las emociones humanas; sólo se expresa a sí misma. El sentido y la belleza de la música son esencialmente musicales: se encuentran en las disposiciones de los sonidos en el tiempo; cualquier otro «significado» de la música es extra-musical y por tanto no-musical. Por ello, este sentido y esta belleza son inherentes al objeto musical, es decir, a un objeto que sólo existe en el presente, en la inmovilidad, lo instantáneo, lo efímero. En eso la música se acerca a la vida y constituye así un objeto maravilloso que permite que el hombre se reconcilie con el tiempo, de ahí procede ese poder infalible que ella tiene, cuando se le presta oído, de suscitar la alegría.
De la inexpresividad de la música a la inexpresividad de lo real, y viceversa; de la alegría musical a la alegría de vivir, y al revés.ç

CONTENIDO:

Preludio
I. El objeto musical
Inexpresividad y singularidad. - Realidad autosuficiente de la música. - Realidad y ausencia de significación. - El rechazo moral de lo real. - Lo otro y lo posible
II. El silencio y lo inefable
Idiotez de lo real o el idiotismo musical. - La escritura inexpresiva, la literatura musical: Beckett y Pinget. - Inexpresividad del lenguaje. - El silencio trágico. - Insignificancia e intraducibilidad de la música. - Escucha e interpretación musicales. - Música y psicoanálisis
III. Belleza y sentido de la música
El lenguaje autos ign íficante. - Escritura e interpretación de la música. - Decir y "querer decir". - Significación y tautología. Sentido musical = belleza musical. - Opera y drama. - La emoción musical
IV. La alegría musical
La intuición del presente. - Escuchas cuantitativa y cualitativa. - Música y repetición. - El objeto del deseo. - Lo posible y la melancolía. - La música es de otro mundo ...
Coda

Postfacio, por Clément Rosset: Pregunta sin respuesta