Lenguaje musical armónico. Curso 4º

La música en cómic. Ilustraciones: José María López Hens
Una nueva manera de aprender música.

Desde hace siglos, la enseñanza de la música ha tendido a especializarse en varios campos y se ha desnaturalizado. Este innovador método une la entonación, la rítmica y la armonía dando lugar a una concepción orgánica de la música. No existen ejercicios de lectura rítmica separados de los de entonación, como suele hacerse hoy en día. Para ello, mientras el alumno entona la lección, tocará en un teclado los acordes con la mano izquierda y marcará el compás con la mano derecha. El curso está orientado a cualquier tipo de instrumentista, y no es necesario tener conocimientos previos de técnica del piano. La intención es que el alumno desarrolle un sentido interior de la armonía que le sirva tanto para entonar mejor como para comprender la música de forma holística. De este modo desarrollará una capacidad constructiva para analizar, comprender y ejecutar con mayor independencia y seguridad de lo que se logra con los métodos tradicionales de aprendizaje del solfeo.
Hay elementos del contenido de nuestra programación que se adelantan al primer curso de la programación tradicional. Por un lado, la clave de Fa se alterna constantemente con la de Sol. Por otro, el tresillo se utiliza como base fundamental en su carácter de subdivisión ternaria, tal y como se presenta en la realidad musical. Es decir, nos acercaremos a la dualidad de subdivisión binaria y ternaria desde los comienzos del aprendizaje.
Respecto a los contenidos melódico-armónicos, se reducen a las notas de adorno fundamentales: notas de paso, bordaduras y apoyaturas. El uso de los principales acordes de tríada, y más tarde de cuatríada, y el conocimiento práctico de la tonalidad se aborda a menudo desde metáforas y elementos imaginarios que facilitan al niño la comprensión de una materia tan abstracta.
El taller de trabajo es un apartado de cada capítulo esencial para que el alumno interactúe con el material aprendido. Es imprescindible no solo leer la música, sino también escribirla. El material del primer curso es un breve compendio de canciones populares de todo el mundo. Es muy importante que las cante con su profesor, aunque no conozca las notas, y por eso tienen letra. Más tarde, y progresivamente, podrá ir entonando con el nombre de las notas. En el segundo curso existe una transición de dichos temas del folklore hacia los temas de la música académica, y a partir del tercer curso (junto al cuarto) se centra en
esta última, desde el Renacimiento hasta el siglo XX. Los ejemplos y los autores han sido seleccionados teniendo en cuenta diversos parámetros, como nivel de di! cultad, variedad estética, elementos rítmicos y melódico-armónicos. Puesto que hoy no se escucha música de forma única y concentrada, este trabajo es esencial con los alumnos. Pero también hoy en día existe una ventaja de la que no disponíamos en el pasado: las nuevas tecnologías. Yo insto a mis alumnos a que escuchen todos los temas musicales en su casa.
Los libros están ilustrados con caricaturas de las notas para conseguir que el mundo del solfeo, de una abstracción poco accesible para un niño, sea más ameno y divertido. Los conceptos teóricos solo importan en su percepción, interiorización y asimilación. Si un niño pasa mucho tiempo cerca del televisor, aunque después se aleje ya sólo será capaz de ver píxels y carecerá de visión de conjunto. La enseñanza tradicional produce en el alumnado esa suerte de «miopía» musical: los estudiantes son capaces de analizar un pasaje de una obra en concreto pero no la comprenden ni la sienten en su totalidad. Con el
Lenguaje Musical Armónico el alumno desarrolla una relación más sana con la música.
Espero poder contribuir con esta publicación a que al menos los niños puedan sonreír y disfrutar un poco con un tema tan abstracto y árido como es la teoría de la música. ¡Que lo disfruten! [Antonio Ángel]