Para cantar. Lenguaje musical, vol. 3

Con los cuatro cuadernos que forman esta serie, el autor quiere aportar nuevos materiales para el difícil estudio de la entonación correspondiente al Grado Elemental del Lenguaje Musical.

Cada cuaderno está dividido en dieciséis unidades didácticas, añadiéndose, a modo de epílogo, tres lecciones a dos voces, en las que no se recoge ninguna nueva dificultad, exceptuando, claro está, la que implica el propio canto polifónico.

Tratando de que los alumnos interioricen las funciones tonales, la armonía ha sido el eje sobre el que se han construido los cuarto cuadernos. Con lo dicho queremos indicar que, paralelamente a la aparición progresiva de las distintas figuraciones rítmicas, se presentan los procesos melódicos a estudiar como consecuencia de una secuenciación armónica rigurosamente planificada.

Las distintas lecciones están escritas desarrollando sencillos motivos melódicos para construir, con ellos, las frases musicales. Y esto con una doble finalidad. De un lado, se pretende dar estructura regular a la frase y, del otro, las melodías así construidas servirán de modelo para los trabajos de creatividad de los propios alumnos. En este punto, como en el referente a la armonía, se ha buscando el tópico, lo conocido, intentando, con ello, hacer consciente en los alumnos el "saber no sabido" del hecho musical.

Nos parece digno de reseñar la importancia de los acompañamientos pianísticos para la formación integral del alumno. Su labor, como poderosa herramienta de interiorización armónica, es indiscutible. También es en muchos casos, como es bien sabido, el responsable de aclarar cuestiones rítmicas y formales.

En el proceso educativo la figura más importante, después del alumno, es el educador. Detrás de esta obvia declaración de principios, el autor se manifiesta convencido de la extraordinaria importancia de los materiales con que se trabaje. Estamos seguros de que son en parte responsables del gran número de abandonos de los estudios musicales y de las notorias carencias de algunos alumnos de cursos avanzados.

Disfrazar los problemas con un traje atractivo para el estudiante. Intentar que se aprenda la técnica musical haciendo música. Realizar desde el primer momento una labor artística, según las posibilidades que en cada etapa se tiene -que son más de las que a veces se piensa-, nos obliga, por una parte, a cuidar con esmero la calidad artística y, por la otra, a no trabajar con los alumnos al límite de sus posibilidades técnicas. Oír, escuchar, escucharse, disfrutar de la música, supone tener la competencia suficiente para resolver los posibles escollos que una lección pueda presentar.

No tratamos de mostrar nada que no sea conocido, simplemente se roza el tema del difícil equilibrio entre la estética y la didáctica.

En fin, en esta primera etapa, ayudar a descubrir el apasionante mundo musical, debe de ser, a nuestro juicio, la tarea principal del maestro de música. (Félix Sierra)

CONTENIDO:

1. Cadencias
2. Cuarta y sexta cadencial. Grado II como subdominante en modo mayor
3. Grado II como subdominante en modo menor
4. Modulación de una tonalidad menor al relativo mayor
5. Modulación de una tonalidad mayor al tono de la dominante
6. Séptima diatónica en el grado II en el modo mayor
7. Apoyatura
8. Subdominante menor en modo mayor. Grado VII descendido en modo mayor
9. Modulaciones, flexiones. Modulación desde una tonalidad menor al IV
10. Modulación desde una tonalidad menor a su homónima
11. Acordes sobre los grados III y VI en modo mayor y VI en modo menor. Apoyaturas cromatizadas
12. Modulación desde una tonalidad mayor a su homónima
13. Anticipaciones
14. Notas de paso cromáticas
15. Enlace de acordes. Motivos melódicos sobre un acorde
16. Enlace de acordes. Motivos melódicos sobre dos acordes
Apéndice: Tres lecciones a dos voces